martes, 3 de julio de 2012

Máquinas Virtuales

Una máquina virtual (VM por Virtual Machine) es un entorno de software que recrea las características de un equipo real de modo que podamos -para decirlo en términos simples- tener una computadora dentro de otra. Una máquina virtual tiene su propio Bios, hardware y sistema operativo con independencia de lo que utilice la máquina real que la aloja.

Las aplicaciones son variadas, desde emular entornos de hardware no disponibles por antiguedad, precio, etc. hasta consolidar múltiples equipos en uno sólo con fines de ahorro o simplificación de administración.

(imagen obtenida de FedoraProject.org)

Hemos experimentado con máquinas virtuales desde hace varios años, pero siempre sólo para probar aplicaciones desarrolladas en VIS bajo diferentes entornos. También para probar algunas aplicaciones externas o software de dudosa procedencia sin comprometer las máquinas reales.

Recientemente, nos hemos aventurado a utilizarlo con un fin más interesante: nuestros servidores de hosting compartido. Las ventajas son enormes, especialmente por la forma en que VIS organiza sus servicios.

Concentrar todos los servicios en un único servidor es una pésima idea.
Separar todos los servicios en equipos independientes es muy costoso.
Una buena opción es agrupar los servicios en dos o tres equipos.
Una opción mucho mejor es separar todo en máquinas virtuales y distribuirlas en los mismos dos o tres equipos reales. ¿Por qué?

Las ventajas son muchas:
  • La administración puede ser más refinada y precisa: se puede afinar al detalle los servicios o mantenerlos separados y controlados de manera que no interfieran entre ellos.
  • Se puede ajustar los recursos asignados a cada servicio según la demanda lo requiera. Incluso se puede independizar un servicio en un equipo real independiente si el consumo así lo requiere.
  • Se puede "clonar" equipos muy fácilmente, con toda la configuración ya lista.
  • El costo no se eleva significativamente pero sí se requiere mayores conocimientos para poder administrar el conjunto.
  • Migrar a equipos más potentes se reduce a mover la máquina virtual de un equipo a otro.
Existen muchas plataformas de virtualización en constante desarrollo, algunas comerciales, otras de código abierto: VMware, Hyper-V, KVM, VirtualBox, Xen, etc.

Como siempre, es cuestión de darse el tiempo -nunca suficiente- para experimentar con ellas y ver la forma de sacarles provecho.

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