El hosting tradicional consiste en tomar UN servidor, instalarle un panel de control (cpanel en el 99% de los casos), agregarle todos los servicios necesarios (correos, webmail, sitios web, bases de datos, listas, filtros anti-spam, etc.) y repartir el acceso entre una determinada cantidad de clientes.
Suele suceder que -por ahorro de costos- se agregan demasiados clientes a un único servidor y entonces los problemas de rendimiento se agravan.
Imaginen a una sola persona que debe atender el teléfono, tomar notas de una reunión, escribir una carta, calcular los impuestos a pagar, atender a un cliente presencialmente, etc. todo al mismo tiempo. Basta que alguna de esas actividades le demande demasiada atención para que inevitablemente descuide las otras.

En una situación ideal, tendríamos varios servidores, uno por cada tarea de modo que puedan estar especialmente configurados para realizarla de la mejor manera. Siendo más servidores, pueden manejar una mayor cantidad de usuarios, lo que en cierta forma compensa el costo adicional, pero no evita que el conjunto sea más complicado de manejar. El principal problema es que las herramientas comúnmente utilizadas para administración (por ejemplo: cpanel) no están concebidas para este tipo de operación, por lo que simplemente los proveedores optan por el único camino que tienen (todo en el mismo server).
Como los extremos nunca son buenos, una solución intermedia aceptable es utilizar al menos dos servidores: uno para correo y otro para web. El servidor de correo puede concentrarse en los servicios SMTP, POP3, IMAP y quizá su propio webmail. El otro puede concentrarse en el sitio web (apache, php y mysql).
Otras tareas que demandan un elevado consumo de recursos de procesamiento pueden ser delegadas a servidores especializados. El mejor ejemplo es el filtrado anti-spam.
VIS emplea un esquema similar al mencionado, empleando no uno sino dos servidores de filtrado para todos sus servidores de correo. Funciona muy bien y permite realizar una serie de complejos procesos sin mayor impacto en el nivel de servicio, aunque muchas veces resulta complicado explicarle a un potencial nuevo cliente por qué un servicio cuesta significativamente más que el otro.
Conclusión: es mejor usar varios servidores especializados en determinadas tareas. Concentrar todos los servicios en un único equipo es una bomba de tiempo.
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